El lugar más sucio del baño no es el inodoro (y probablemente lo tocas todos los días)
¿Adivina qué es más sucio que tu inodoro? No, no hablamos de los calcetines olvidados al lado de la cama ni del control remoto con grasa de papas fritas. La sorpresa está en tu propio baño: ese lugar que limpias con esmero y que, sin embargo, guarda rincones mucho más contaminados de lo que imaginas.
Uno de los campeones invisibles de la mugre es el portacepillos de dientes. Un estudio reveló que más del 64% de ellos contenían moho o levaduras y casi un tercio tenía coliformes, esas bacterias que indican contaminación fecal. Sí, tu cepillo podría estar más expuesto que el asiento del inodoro.
Otro sospechoso habitual: el portarrollos. Investigaciones del microbiólogo Charles Gerba encontraron que los dispensadores de papel higiénico podían tener hasta 150 veces más bacterias que la taza promedio. Así es, ese accesorio que sostiene tu rollo confiable es, en realidad, una fiesta microbiana.
Y ojo con el botón del jalado. Cada vez que tiras de la cadena se produce el famoso toilet plume: una nube de microgotas invisibles que puede dispersar bacterias por todo el baño. ¿Dónde suelen caer? Justo en el botón que presionas después.
Las manijas de las puertas tampoco se salvan. Estudios han mostrado que más del 20% de ellas en baños públicos están contaminadas y en algunos casos hasta el 60% contenían bacterias como E. coli o Staphylococcus aureus.
Y no olvidemos los lavabos. La humedad constante y las manos poco higiénicas los convierten en un terreno fértil para bacterias resistentes a antibióticos.
En resumen: el inodoro tiene mala fama, pero no es el único ni el peor. El baño entero es un pequeño ecosistema donde los microbios viven felices en lugares que ni sospechabas.
Así que ya lo sabes: cerrar la tapa antes de tirar la cadena, limpiar con frecuencia los portarrollos, manijas y lavabos, y guardar el cepillo de dientes lejos de la taza son pequeños gestos que hacen la diferencia.
Y claro, si de aliados confiables hablamos, no olvides que el verdadero protagonista de un baño limpio y cómodo es Buen Rollo. Porque las bacterias vienen y van, tu rollo siempre debe estar ahí para cuidarte.