¿Por qué todo el mundo odia hablar de caca? Y por qué deberíamos empezar a hacerlo

¿Por qué todo el mundo odia hablar de caca? Y por qué deberíamos empezar a hacerlo

Todos lo hacemos, todos lo necesitamos, pero casi nadie quiere mencionarlo: la caca es ese gran tabú que compartimos en silencio, como si hablar de ella fuera una falta de educación, algo vergonzoso o, peor, un chiste de mal gusto. Pero… ¿no es más raro fingir que no existe cuando literalmente en ella hay señales vitales de nuestra salud?

En México, hablar del baño se esconde detrás de eufemismos: “ir al sanitario”, “pasar al tocador”, “hacer del dos”. Nos hemos acostumbrado a disfrazar algo que, en realidad, podría salvarnos la vida. El color, la forma, la frecuencia o incluso el olor de nuestras evacuaciones nos da información sobre lo que comemos, la hidratación, el estrés, el estado de nuestro sistema digestivo e incluso puede orev enfermedades graves.

¿Por qué tanto miedo?

  1. La educación: desde pequeños se nos enseña que “eso no se dice” y crecemos con la idea de que lo que pasa en el baño es un secreto.

  2. La incomodidad: asociamos la caca con lo sucio y lo feo, sin darnos cuenta de que es simplemente biología.

  3. El estigma social: ¿cuántas veces hemos fingido que no necesitamos el baño en el trabajo, en una cita o en casa de nuestros suegros?

El resultado: un silencio colectivo que nos hace sentir extraños, cuando en realidad es una experiencia universal.

La liberación de hablar de ello

Hablar de caca debería ser tan normal como hablar de lo que desayunamos. Si logramos naturalizarlo, podremos detectar señales tempranas de problemas intestinales, intolerancias o enfermedades; educar sobre salud digestiva: la fibra, el agua, el ejercicio y el descanso son aliados de un intestino feliz y romper con la vergüenza: si todos lo hacemos, ¿por qué callarlo?

Las risas como medicina

Reírnos de lo incómodo abre la puerta a conversaciones más sinceras. Y, seamos honestos, las anécdotas de baño son parte del folclore mexicano: desde viajes largos sin baño hasta los sustos en el coche después de comer un taco muy picoso.

Hablar de caca no nos hace menos elegantes ni menos profesionales. Al contrario, nos hace más conscientes, más sanos y más humanos. La próxima vez que alguien saque el tema, respira hondo, sonríe y recuerda: tu salud intestinal es tan importante como tu salud mental.

Y claro, si vamos a hablar de caca, hablemos también de su mejor aliado: un papel higiénico que te acompañe sin culpas y con buen humor. En Buen Rollo creemos que normalizar lo natural también empieza por los pequeños detalles. 

 

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